Hoy cambio de tercio, dejando a un lado las rapaces para mostraros el trabajo realizado este invierno con un macho de martín pescador, que aunque desconfiado al principio, terminó acostumbrandose al destello de los flashes y al sonido del obturador de la cámara. Para realizar estas imágenes utilicé la técnica de alta velocidad, trabajando con tres o cuatro flashes a 1/16 y 1/32 de potencia y un disparador remoto que accionaba cada vez que el martín se acercaba al punto donde tenía enfocada la cámara. En la mayoría de los disparos, cortaba al ave o simplemente no aparecía por accionarlo demasiado pronto o demasiado tarde, aún así, el porcentaje de éxito no fue tan bajo como yo esperaba, salvándose entre 5 y un 10% de las tomas dependiendo de la sesión. También se podía haber utilizado una barrera de infrarrojos que probablemente hubiese sido más certera, pero la ventaja del disparador es el poder dejar de hacer fotos en caso de que el animal recele en cualquier momento y así volver a disparar cuando este se muestra más tranquilo.
Espero que os gusten.
(Podeis verlas amayor tamaño pulsando sobre ellas)
